7 Tips para gestionar mejor tu dedicación hacia los demás
Estamos a las puertas de las Fiestas de Navidad y como explicamos en nuestro anterior entrada es una época emocionalmente muy activa. Una de las consultas más habituales están relacionadas en como gestionar los limites de complacer a los demás. ¿Soy demasiado complaciente?
¿Qué es agradar a la gente?
Pues, básicamente es anteponer las necesidades de los demás a las propias. Las personas complacientes dejan todo para ayudar a los otros, incluso si no les gusta lo que se les pide que hagan. Los complacientes tienen dificultades con los limites y con decir que no.
¿Es malo complacer a la gente?
No hay necesidad de sentirse culpable por complacer a la gente. Todos nos sentimos bien con nosotros mismos cuando hemos hecho feliz a otra persona. Hay algunos aspectos positivos de ser un complaciente de la gente también. Ser una persona afectuosa es una parte importante de mantener relaciones sólidas con los demás.
Sin embargo, complacer a las personas puede convertirse en un problema para nosotros cuando comenzamos a descuidar nuestro propio bienestar y nos enfocamos exclusivamente en cómo se sienten los demás. A veces, tratar de complacer a los demás nos lleva a sentir que no nos conocemos a nosotros mismos o que no estamos viviendo nuestras vidas de manera auténtica.
¿Cómo sé si complazco demasiado a la gente?
Si puede responder afirmativamente a algunas o a la mayoría de estas preguntas, entonces lo más probable es que complazca a las personas:
¿Te encuentra preocupado/a por lo que los demás puedan pensar de ti?
¿Es común que te cueste decir que no o te sientas culpable si lo haces?
¿Te encuentras aceptando cosas que realmente no piensas?
¿Podrías ofrecerte a hacer cosas que no quieres hacer?
¿Es típico de ti disculparte o asumir la culpa?
Si eres demasiado complaciente con las personas, no te preocupes, es muy posible superarlo y comenzar a concentrarte en tu propia felicidad.
Te proponemos 7 pasos simples para ayudarte a complacer de forma sana y enfocarte más en tu propio bienestar:
1. Lleva un diario
Tomar conciencia de tus comportamientos es el primer paso para cambiarlos. Toma nota de cuánto tiempo pasas complaciendo a la gente versus cuánto tiempo pasas haciendo las cosas que quieres hacer.
2. Comprende tus motivaciones
Cuando te des cuenta de que estás poniendo a otra persona primero, pregúntate por qué estás haciendo esto. Si lo estás haciendo porque quieres, entonces esto podría estar bien. Pero si lo haces para gustar o porque te cuesta decir que no, entonces podría ser útil repensar tu comportamiento.
3. Comienza a establecer límites
Se claro acerca de cuánto puedes asumir para otras personas. En el trabajo, se claro acerca de lo que es responsabilidad tuya. En casa reparte la responsabilidad. Si hay un evento, organice un par de aspectos, pero permita que otras personas también tengan un papel.
4. Practica decir no
Si te piden que hagas algo, tómate el tiempo para decidir si te conviene. Por lo general, no hay necesidad de responder de inmediato. Cuando algo no te funcione, díselo bien pero directamente, no hay necesidad de poner siempre excusas.
5. Deja que la gente pregunte
Escucha a la otra persona pero espera hasta que te pida ayuda. Puede ser que lo único que quieran es sentirse escuchados no saltes ofreciendo ayuda de manera casi automática
6. Considera tu felicidad
No es tu papel mantener a la gente feliz. Que todos estén felices todo el tiempo es imposible y es una meta poco realista que te propongas. Comienza a concentrarte en tu propia felicidad y deja que otras personas comiencen a asumir la responsabilidad de la suya.
7. Da pequeños pasos
Complacer a la gente suele ser un hábito a largo plazo, por lo que no siempre podemos cambiarlo todo de una vez. Comience dando pequeños pasos, comienza diciendo no a las solicitudes pequeñas
¿Cómo puede ayudar Genialhelp?
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